El buen reposo y descanso de un paciente no se basa solo en un buen colchón de hospital, una correcta base cervical sustentada por una almohada tiene también su importancia. En hospitales, centros de rehabilitación, centros de salud mental, residencias o centros médicos, las almohadas ignífugas tienen su importancia, siendo el modelo más extendido con rellenos de microfibra y doble tejido como forro o funda, uno interior transpirable y otro más suave exterior confeccionado al 50% Poliéster y 50% Algodón desenfundable para poder lavarse.

Otras variantes en almohadas para uso hospitalario son las fabricadas en espuma de poliuretano con visco elástica, aunque no todas estas almohadas son propicias para todo el mundo, se recomienda probarlas antes. Las de látex son un tipo de almohada más sofisticada, haciendo que se adapten perfectamente a la forma del cuello y nuca, con propiedades antialérgicas, transpirable y como no, con la ventaja de ser un material natural.

A diferencia de otras almohadas, las destinadas para uso penitenciario se fabrican con una funda termo sellada, evitando así que los reclusos puedan introducir y ocultar cualquier objeto dentro de la misma. En cárceles, calabozos y centros de reclusión de menores, el uso de almohadas ignífugas es obligatorio para evitar la propagación de un posible incendio.

Toda la colección de ropa de cama que trabajamos ha obtenido la máxima clasificación (clase A) de las normas UNE-EN 14533 y UNE-EN ISO 12952, las cuales establecen un sistema de clasificación y ensayo ante el comportamiento al fuego de los productos textiles para cama.

Cuando vamos a un hotel o hacemos un crucero en un barco buscamos el máximo confort a la hora de descansar en una buena cama y las almohadas al igual que el colchón son pieza fundamental para un buen reposo y descanso reparador.

Su capacidad ignífuga garantiza la no propagación de la llama y eso es gracias a las distintas pruebas que han pasado cada una de nuestras muestras expuestas a la llama, tanto el textil como el relleno de microfibras, según las normativas europeas Norma UNE 23-727-90 de clasificación de reacción al fuego; donde los ensayos para evaluar la reacción al fuego están realizados según la Norma UNE 23-721-90 y Norma UNE 23-735-94, quedando la muestra clasificada como ignífuga M1 según el esquema de clasificación Norma UNE 23-727-90, y superando los test de índice de inflamabilidad, índice de desarrollo de llamas, índice de longitud máxima e índice de combustibilidad.